domingo, 21 de septiembre de 2025

Primer país que pide permiso para crear un ejército de 100.000 robots humanoides para hacer frente a China


Una empresa de robótica de Estados Unidos se alía con una importante firma del sector para la creación de estos robots para usos domésticos y comerciales.

Las nuevas tecnologías, lo queramos o no, y ya sea para bien o para mal, cambian nuestras vidas. Los avances tecnológicos más recientes han supuesto un importante cambio, desde los detalles más insignificantes hasta enormes desarrollos en cualquier ámbito. La inteligencia artificial es una muestra de ello, quizá la más reciente.

Pero también lo son los robots, en cualquiera de sus utilidades y formas. Un robot de cocina es capaz de hacernos la comida, mientras que otro nos puede limpiar la casa con apenas apretar un botón. Para este tipo de tareas domésticas, recientemente teníamos conocimiento de que una empresa china, Zhiyuan Robotics, había comenzado a producir robots humanoides. La idea era la de tener 1.000 antes de final de año.

Y en esta carrera tecnológica, uno de los grandes ‘enemigos’ de China es Estados Unidos. Una de las principales empresas de robótica del país, Figure AI, ha anunciado un acuerdo con un socio comercial importante para la producción masiva de humanoides de cara a su uso en la vida cotidiana. En total, se espera producir y enviar hasta 100.000 robots humanoides en los próximos cuatro años, según ha informado el director ejecutivo de la compañía, Brett Adcock.

Los detalles de este acuerdo no han trascendido, pero Adcock, fundador de la empresa, asegura que se trata de “una de las compañías más grandes de Estados Unidos”. Previamente, Figure AI había firmado un acuerdo para la colaboración con BMW, fabricante alemán de coches. Con este último acuerdo, asegura Adcock, se “impulsará la reducción de costos y la recopilación de datos de IA”.

También lea: Un modelo de IA permite predecir las enfermedades que tendrás en 20 años

A través de un post en LinkedIn, el CEO detalla algunos detalles el acuerdo y los próximos pasos a seguir. Tal y como explica, se centran en dos focos claros: el mercado comercial (con operaciones a gran escala como la fabricación o la logística) y el hogar. La estrategia, en el ámbito comercial, les lleva a optar por “un pequeño número de clientes. Al principio, es más eficiente para nosotros crecer verticalmente dentro de unos pocos clientes que dispersarnos entre muchos”.

Los avances de la IA con sus robots

En lo que respecta al mercado domésticos, este nuevo acuerdo abre las puertas a su uso en tareas como las mudanzas o algunas más delicadas como puede ser el cuidado de la salud. Hasta la fecha, Figure AI ha presentado dos versiones diferentes: la primera de ellas, Figure 01, se lanzó apenas 31 meses desde la creación de la empresa. Más tarde llegó Figure 02, mientras que la tercera versión estaría ya en funcionamiento en el laboratorio.

TEL/AS

sábado, 20 de septiembre de 2025

Un modelo de IA permite predecir las enfermedades que tendrás en 20 años

En el mundo de la prevención y la medicina personalizada, es clave la capacidad de prever con mucho tiempo de antelación, incluso décadas, la posibilidad de que una enfermedad aparezca, para atajar los procesos que la producirían mucho antes de que haya empezado a hacer daño. Eso es lo que parece que se puede lograr gracias a la inteligencia artificial, según un estudio publicado hoy en la revista Nature.

A lo largo de la vida, empezamos estando bien con mayor frecuencia, de vez en cuando pasamos algún día enfermos, y con el paso del tiempo empiezan a aparecer las dolencias crónicas. Estos patrones afectan de una forma distinta a cada individuo, dependiendo de la herencia, el estilo de vida o su estatus socioeconómico. Para entender bien la salud de una persona y valorar los riesgos que la acechan en el futuro, no basta con tomar los diagnósticos aislados que recibió a lo largo de su vida; es necesario entender la evolución de cada persona, conocer las enfermedades que sufrió para saber cómo se influyen entre sí y promover cambios de vida específicos o recomendar pruebas diagnósticas que vigilen dolencias concretas con mayor probabilidad de aparecer.

Hoy, un grupo de investigadores del Instituto Europeo de Bioinformática, el DKFZ (Centro Alemán de Investigación del Cáncer) y varias instituciones danesas propone aplicar la misma tecnología que da vida a los grandes modelos de lenguaje –como ChatGPT– para aprender y predecir la historia natural de más de mil enfermedades al mismo tiempo. El modelo resultante, bautizado como Delphi-2M, es capaz de identificar patrones de enfermedad a partir de historiales médicos, factores de estilo de vida y condiciones previas de salud.

“El hallazgo más inesperado fue que el modelo puede predecir más de 1.000 enfermedades. Habríamos esperado que funcionara con algunas, pero que fallara con muchas otras. Esto muestra lo interconectadas que están muchas enfermedades y resalta la necesidad de investigar los mecanismos subyacentes que las conectan”, explica sobre sus resultados Moritz Gerstung, director de la División de Inteligencia Artificial en Oncología del DKFZ y coautor del estudio.

El algoritmo ha sido entrenado con datos de 400.000 personas del Reino Unido y validado con registros de casi dos millones de pacientes en Dinamarca, y es capaz de proyectar trayectorias de salud, tanto a nivel poblacional como individual, de hasta dos décadas.

Como sucede con las predicciones meteorológicas, este modelo no ofrece certezas, sino probabilidades. Más que adivinar exactamente qué le ocurrirá a una persona concreta en un momento determinado, calcula las probabilidades de que sufra ciertas enfermedades en un periodo concreto. Como sucede con el tiempo, las predicciones a corto plazo son más fiables que las que intentan predecir un futuro más lejano. Cuando se calculan si alguien sufrirá un infarto en los próximos 10 años, el modelo acierta alrededor de siete de cada diez casos. Cuando el periodo temporal se amplía a las dos décadas, se queda en un 14%, algo superior al 12% que se logra sabiendo edad y sexo.

Siguiendo con el caso del infarto, según el modelo, en la cohorte del Biobanco del Reino Unido, los hombres de entre 60 y 65 años pueden tener un riesgo anual de 4 de cada 10.000 hasta 1 de cada 100, dependiendo de sus antecedentes médicos y de sus hábitos de vida. En las mujeres el riesgo medio es menor, pero la dispersión de probabilidades es parecida. Lo más relevante es que, al comparar las predicciones del modelo con datos reales del biobanco que no se usaron en el entrenamiento, se comprobó que los riesgos calculados coincidían con la incidencia observada de casos en distintos grupos de edad y sexo. Esto demuestra que las estimaciones reflejan de forma fiel las tendencias poblacionales reales.

Delphi-2M alcanza una precisión comparable a los mejores modelos específicos para enfermedades como la demencia o el infarto de miocardio, y supera a los algoritmos de predicción de mortalidad. Solo en el caso de la diabetes, un marcador del análisis de sangre (la hemoglobina glicosilada HbA1c) sigue siendo más fiable. Además, el estudio identificó enfermedades que incrementan el riesgo de sufrir otras, como los trastornos mentales o algunos tumores del aparato reproductivo femenino.

Sobre la posibilidad de que conocer con tanta antelación de enfermedades que solo son una posibilidad nos convierta a todos en enfermos preventivos, Gerstung cree que hacen falta más estudios para plantear cómo este conocimiento puede beneficiar a los pacientes. Eso requeriría que las posibles aplicaciones de la IA como asistente de la medicina “deberían probarse en ensayos clínicos aleatorizados, en los que un grupo reciba visitas médicas con apoyo de IA y otro grupo sin él. Tras un período de seguimiento, se evaluará si el grupo asistido por IA obtuvo mayores beneficios en comparación con las consultas tradicionales”, apunta. “Esto también puede incluir evaluaciones subjetivas del bienestar de las personas para valorar los efectos emocionales de conocer o no sus riesgos”, concluye.


En el apartado de posibles riesgos de una herramienta tan potente de predicción de la salud, como la discriminación por parte de las aseguradoras de pacientes con riesgos que les hacen poco interesantes como clientes, Guillermo Lazcoz, miembro del Comité de Ética de la Investigación del Instituto de Salud Carlos III, considera que la aplicación de la IA al procesado de grandes bases de datos de salud añade “una capa más de riesgos a los que ya conocíamos”, como que estos datos acaben en manos de un banco que los utilice para saber, antes de conceder un crédito, si el cliente es propenso a contraer un tipo de cáncer o tener un infarto.

“La IA puede identificar a una persona a partir de datos que se suponían anónimos, lo que exige nuevas medidas de protección”, continúa Lazcoz. Para aplicar estas medidas, “en Europa se están desarrollando espacios seguros del tratamiento de datos, donde el dato no viaja y el acceso a terceros está limitado en el tiempo y a un propósito”, explica. Por último, advierte de que no es lo mismo hablar de organizaciones como el Biobanco del Reino Unido, utilizado en el estudio que hoy publica Nature, que cuenta con estrictos controles, que de empresas como 23andMe, en la que uno puede analizar su ADN para conocer su linaje y que ya se ha visto envuelta en escándalos por problemas con la protección de datos.

Mikel Recuero, investigador de la Universidad del País Vasco (EHU) y abogado especializado en protección de datos, coincide en que, al menos en el ámbito europeo, hay muchas capas de control que buscan impedir el uso indebido de datos biomédicos.

 “El acceso a biobancos ya implica un primer filtro ético, porque los investigadores deben justificar la finalidad científica de su solicitud y no pueden emplear muestras con fines espurios”, señala. “A ello se suman los controles de protección de datos: si la información es identificable, la normativa obliga a restringir su uso a los propósitos autorizados, evitando, por ejemplo, las aplicaciones en seguros o banca”, añade.

En este sentido, “el nuevo reglamento del espacio europeo de datos de salud refuerza esta lógica al prohibir expresamente decisiones comerciales —como la modificación de primas de un seguro— basadas en información genética”, asevera. “Aunque los riesgos nunca desaparecen del todo, existen mecanismos sucesivos (éticos, regulatorios, jurídicos) que actúan de forma preventiva, limitando las posibilidades de discriminación y obligando a acreditar un beneficio social en cada proyecto que vaya a usar estos datos”, concluye.

Los modelos como GPT-4 o Gemini aprenden el lenguaje como una secuencia de palabras. Predicen la siguiente palabra en función del contexto y los investigadores vieron una analogía con la salud. El historial médico de una persona también puede entenderse como una secuencia de eventos –diagnósticos, factores de riesgo, hábitos de vida– que siguen un orden temporal para hacer predicciones.

De momento, el modelo se debe mejorar para tener utilidad para cuidar la salud de pacientes reales, pero ya es una herramienta útil para entender mejor cómo se desarrollan las enfermedades y cómo progresan, o evaluar los efectos del estilo de vida o las enfermedades pasadas influye en el riesgo de enfermedades futuras.

Uno de los aspectos más innovadores del trabajo es la capacidad de Delphi para generar datos de salud sintéticos. A partir de información parcial, el modelo puede imaginar trayectorias completas que mantienen las mismas propiedades estadísticas que los datos reales, pero sin corresponderse con ninguna persona en particular. Esto protege la privacidad de los pacientes, ya que los datos no pueden vincularse a individuos reales y permiten entrenar otros modelos de IA sin necesidad de acceder a datos clínicos sensibles. Así se podría, por ejemplo, calcular qué le puede pasar a la salud de la población si se incrementa la obesidad en un 5%.

Ahora, ya hay algoritmos que predicen el riesgo de sufrir algunas enfermedades, como los problemas cardiacos o el cáncer de mama, pero ese enfoque no abarca la complejidad real de la salud humana, en la que, muchas veces, conviven múltiples enfermedades que se condicionan entre ellas. En unas sociedades cada vez más envejecidas, será crítica la capacidad para prever la carga de muchas enfermedades y diseñar políticas e inversiones para intentar prevenirlas y estar preparados cuando lleguen.

TEL/El País

lunes, 6 de abril de 2015

Alistan conferencia sobre Realidad Aumentada en Lima

Noticias en Línea. Combinar el mundo real con elementos virtuales e interactuar con nuevas experiencias dentro de una realidad mixta. Este será el interesante tema que desarrollará el especialista en nuevas tecnologías de la información, Carlos Fernández García, en la conferencia denominada “Realidad Aumentada: Una tecnología del futuro”.

El evento es auspiciado por el Instituto Raúl Porras Barrenechea: Centro de Altos Estudios y de Investigaciones Peruanas, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y está programado para el miércoles 8 de abril, a las 6:30 p.m. en su local institucional de Jr. Colina 398, Miraflores (Alt. Av. Arequipa cuadra 52).

El ingreso es libre.

Fernández García es editor pionero de publicaciones interactivas y asesor de editoriales en temas de realidad aumentada. Es comunicador y conferenciante especializado en nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones. Se desempeña en la actualidad como director académico del IESTP Charles Chaplin, editor del blog “Tócame que soy Realidad Aumentada” y consultor tecnológico en la Red Educativa Mundial (REDEM Perú).


Cabe destacar que el Instituto Raúl Porras Barrenechea es la primera institución educativa peruana en difundir una conferencia magistral, con un afiche en realidad aumentada. Puedes descargar e instalar la aplicación “IRPB” desde Google Play: https://play.google.com/store/apps/details?id=com.TeoEstudio.IRPB&hl=es-419


TEL/NP

miércoles, 25 de marzo de 2015

SOL: La laptop de $350 que funciona con energia solar y Ubuntu

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Tecnología en Línea. Una notebook amigable con el medio ambiente llegó al mercado. Se trata de Sol, laptop creada por la empresa canadiense We Wi Telecommunications con un sistema de carga a base de paneles solares, por lo que promete dejar atrás los cables y enchufes y disfrutar de 10 horas de uso por dos horas de recarga.

El dispositivo trabaja con el sistema operativo Ubuntu y posee una carcasa resistente a golpes.

Los paneles solares se encuentran ubicados detrás de la pantalla y se pueden abrir cuando la batería del equipo esté por agotarse.

La laptop cuesta alrededor de US$350 y, según la empresa, está destinada a países con limitado acceso a la electricidad.
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ESPECIFICACIONES TÉCNICAS
Sol cuenta con un procesador SO Ubuntu 12.10, Intel Atom Dual Core D2500 a 1,86GHz, memoria de 2 o 4GB DDR3, disco duro Seagate de 320GB, tarjeta gráfica Intel GMA 3600 capaz de reproducir video Full HD, cámara frontal de 3 Mpx, pantalla de 13,3 pulgadas, salida HDMI, Wi-Fi, Bluetooth 4.0, GPS y posibilidad de conexión a 4G LTE.


TEL/Diario Ecología

miércoles, 14 de enero de 2015

Banco japonés incorporará robots a su plantilla para recibir clientes

Tecnología en Línea. Los clientes del banco nipón Mitsubishi UFJ serán recibidos a partir de esta primavera por NAO, un pequeño robot con aptitudes comunicativas, capaz de responder a preguntas básicas sobre los servicios de la entidad, confirmó hoy a Efe la empresa. 

El androide mide 58 centímetros, y además de desenvolverse en 19 idiomas, es capaz de analizar la expresión facial y el comportamiento de los clientes con los que interactúa. 

El banco explicó que "incorporando una herramienta como esta, podemos impulsar la comunicación con nuestros clientes". 

Mitsubishi UFJ incorporará un número sin determinar de estos robots en algunas de sus sucursales en Tokio en primavera, para después continuar con la ampliación de personal robótico en función de la respuesta de los consumidores. 



NAO fue desarrollado por la compañía francesa Aldebaran Robotics, propiedad del gigante de las telecomunicaciones SoftBank, líder del sector de la telefonía móvil en el país asiático, y tiene un coste aproximado de 8.000 dólares (unos 6.800 euros) por unidad. 

Japón está apostando fuerte por la robótica, y varias importantes compañías han puesto ya a trabajar a autómatas tecnológicos en algunas de sus tiendas. 

Es el caso de Pepper, también desarrollado por Aldebaran, que en junio de 2014 empezó a atender a clientes en los locales que SoftBank posee en los distritos comerciales de Ginza y Omotesando en la capital nipona. 

La compañía suiza Nestlé también decidió incorporar al mismo androide como dependiente en sus puntos de venta en Japón en octubre del pasado año, y manifestó entonces su intención de emplearlo en unas 1.000 tiendas en todo el mundo para finales de 2015.


NEL/EFE


lunes, 8 de septiembre de 2014

¿Cuánto cuesta tu historial en internet?

Tecnología en Línea. «He violado mi propia privacidad. He recopilado mis datos y ahora los voy a vender. Pero, ¿cuál es mi precio?» Así empieza Federico Zannier el anuncio con el que expone al público toda su vida privada. Este empleado de Microsoft Xbox ha puesto en Kickstarter (un portal de micromecenazgo) una información por la que los «Data Brokers» pagarían miles de dólares; pero él lo ha hecho por apenas unos cuantos. Detrás de esta extraña venta, una reivindicación: los usuarios de internet se han convertido en la mercancía con la que algunas empresas se hacen multimillonarias. Por eso Federico Zannier no duda y se pregunta: «qué pasaría si nos pagaran directamente por nuestra información».

Hace años nadie hubiera regalado su álbum personal a un desconocido. Tampoco hubiera dicho a un vendedor invasivo susgustos y preferencias. Ni mucho menos habría revelado a millones de desconocidos su ubicación exacta (muchos lo hacen al publicar, por ejemplo, un tuit). Hoy dejamos en las grandes empresas de la Red una huella digital que revela de nosotros más de lo que pensamos. Y lo peor no es eso, es que luego esos datos se utilizan de una manera que muy pocos conocen con certeza.

«Miré los 'términos y condiciones' de las páginas que suelo visitar. En sus políticas de privacidad he encontrado frases como esta: 'usted otorga una licencia mundial no exclusiva y libre de derechos para usar, copiar, reproducir, modificar, publicar, transmitir y distribuir cualquier contenido en todos los medios de distribución (conocidos o por desarrollar)'», escribía en su página web Federico Zannier. Es decir, que al aceptar esas condiciones permitimos que usen nuestros datos personales como quieran. Vamos, que perdemoscualquier derecho sobre nuestra información privada sin inmutarnos.
Zannier recaudó en su «performance», virtual y reivindicativa, 2,733 dólares que prometió invertir para desarrollar una aplicación para Google y Apple que ayudara a proteger los datos de los usuarios. Pero, ¿cuánto pagaría, ya no gente anónima sino las empresas de datos,por tu historial en internet?

Circula por internet una curiosa herramienta diseñada por el Financial Times que permite calcular cuál es el valor que tienen tus datos en internet. Con una sencilla operación podemos deducir que alguien se está haciendo millonario con el «Big Data». Pongamos un ejemplo. Una mujer prometida, embarazada, que trabaja como oficinista, que está buscando comprar casa y coche. Que además, por sus publicaciones en las redes sociales, es fácil saber su ubicación, su nivel académico, su trabajo y hasta su etnia.

Pues bien, la calculadora asegura que los «Data Brokers» pagarían por sus datos 1.288 dólares. Teniendo en cuenta que, como contamos en ABC.es, las nueve empresas que dominan a nivel mundial estas compras hacen adquisiciones por «paquetes de mil personas», podemos decir que quien recopile esos datos está aprovechándose de un ejército de internautas que cumplimenta formularios personales de forma gratuita.

Una mujer quiso «esconder» su embarazo al «gran ojo de internet»
A principios de abril conocimos la historia de Janet Vertesi. Quizá el nombre no le suene, ella no querría. Esta profesora de sociología de la Universidad de Princeton quiso ocultar su embarazo. Pero no a su pareja ni a su familia, sino a internet. No quería que el «big data» descubriera que ella estaba embarazada.
Para ello siguió un metódico pero alocado plan: prohibió a su familia que le felicitara por redes sociales o mensajes; no realizó búsquedas sobre el asunto en Google y pagó en efectivo cualquier compra relacionada con el futuro bebé. De esta manera impidió que los «data brokers» vendieran sus datos (uno de los más cotizados para el marketing online, ya que se supone que un recién nacido exige una inversión económica muy fuerte a los padres). Después esta profesora contó su experiencia en una conferencia titulada «Theorizing the web» para alertar de la importancia de protegerse.

Tú pones la mercancía, otros ganan dinero
La calculadora diseñada por el Financial Times, en la que se incluyen además factores como enfermedades o aficiones, arroja un precio medio de usuario muy elevado (aunque la industria asegura que elpromedio-valor de un usuario es menos de un euro). Buena parte de culpa del valor de estos datos la tienen los teléfonos inteligentes. Gracias a ello, y a Google y Facebook, los ingresos publicitarios en móviles sumaron en 2013 más de 20.000 millones de euros, datos de eMarket.

En Business insider realizaron un minucioso análisis de las cuentas de Facebook en 2013. Algunos de los datos que se extraen son significativos, como que tiene 1.230 millones de usuarios o que es precisamente el móvil la fuente principal de ingresos. Pero lo más destacado es que, cada vez que un usuario comparte una publicación, ellos ganan 31 céntimos de euro.
No solo el historial en internet está cuantificado. También se ha calculado el valor de un seguidor en Facebook. En 2010 se publicó un informe por el que se calculaba que la media de un «me gusta» a una marca comercial son 174 dólares, aunque puede variar. Por ejemplo, uno de Zara se calcula en 405,54 dólares, mientras que uno de Coca Cola equivale a 70,16 dólares.


Con estos datos parece que solo queda una pregunta por hacer: ¿cuánto estarías dispuesto a pagar por proteger tus datos en internet? La respuesta, a tenor por lo investigado en la Universidad de Notthingham, revela que más bien poco. De hecho, quitando por los datos bancarios, nadie pagaría ni veinte euros por salvaguardar la propia intimidad.


TEL/ABC

miércoles, 9 de julio de 2014

La tecnología con los ojos de los adolescentes

Tecnología en Línea. Basta de quejarse de que los jóvenes de hoy en día son adictos a sus teléfonos. La pregunta que se debería estar formulando es la siguiente: ¿Qué saben ellos que usted no sepa?

Aunque usted no lo crea, hay ventajas de usar la tecnología como lo hacen los adolescentes. Le pregunté a un puñado de chicos de entre 11 y 17 años sin qué aplicaciones y herramientas no podrían vivir. Sus respuestas me hicieron cuestionar mis propios hábitos: ¿Por qué utilizo e-mail para comunicarme con mis amigos? ¿Por qué solo comparto mis mejores fotos?

Los adolescentes están entre los usuarios de tecnología más creativos, en parte debido a que no tienen las suposiciones de los adultos sobre la forma en que las cosas tienen que funcionar.

Con un smartphone, muchos adolescentes pueden estar conectados prácticamente todo el tiempo, lo que cambia la forma en que se mantienen en contacto con sus amigos y cómo se expresan.
Snapchat, la aplicación para compartir fotos que desaparecen después de unos segundos, a menudo confunde a los adultos que consideran las fotografías como algo formal e incluso permanente. Pero a los adolescentes les encanta por lo que pueden comunicar con fotos instantáneas, especialmente fotos desechables.

No estoy recomendando que todo el mundo empiece a utilizar Snapchat inmediatamente, pero qué tal si lo prueba.

Yo lo hice durante una semana, con mis afables padres septuagenarios. Tras unos intentos fallidos, ellos me enviaron "snaps" (o tomas): mi papá tratando de empacar su maleta, mi mamá haciendo caras chistosas. Yo les mandé una foto de los tomates de mi jardín.

A mi mamá no le gustó la rapidez con que las fotos desaparecían. Pero a mi papá le pareció una buena forma de mantenerse al tanto de las actividades de sus hijos y nietos. La capacidad de comunicarme con mis padres en mensajes cortos me dio la oportunidad de estar en contacto con ellos incluso cuando no tenía tiempo de llamar o escribir.
La experiencia nos demostró sobre todo que deberíamos compartir muchas más fotos. Los snaps que enviamos no son "importantes", pero compartir esos momentos nos une más.
En mis conversaciones con adolescentes -y con los sociólogos que los estudian- encontré cuatro prácticas que podrían cambiar la forma en que los adultos usan la tecnología:

Abandone el e-mail
Solo 6% de los adolescentes intercambia correos electrónicos a diario, según el Pew Research Center, un centro de estudios de Washington. Los chicos reservan el e-mail para comunicaciones oficiales.

"El correo electrónico es para las postulaciones a la universidad", dice Ryan Orbuch, un estudiante de 17 años de Colorado.

En lugar de eso, Orbuch utiliza varias aplicaciones de mensajería según las personas con las que quiere comunicarse. Por ejemplo, usa Snapchat para conversaciones entre dos personas, Facebook Messenger para charlar con grupos y Twitter para gente que no conoce en persona.
Tanto para adolescentes como para adultos, la calidad de una aplicación de mensajería instantánea depende del grupo de personas que puede localizar con ella. La lección para los adultos es que estas nuevas herramientas, como WhatsApp, eliminan las formalidades del e-mail. Nada de "Estimado" ni "Atentamente".

Estas aplicaciones además administran mejor las conversaciones: Facebook Messenger le permiten retirarse de conversaciones irrelevantes para usted.

Dígalo con imágenes
Hoy, 91% de los adolescentes publica una foto de sí mismos en redes sociales, según Pew. Las fotos y los videos cortos compartidos en Instagram o Vine pueden capturar un momento gracioso, o comunicar algo que, por escrito, podría ofender o molestar a los padres. La lección para los adultos es que uno puede expresar cosas en imágenes que tomarían más tiempo escribir o leer.

"No podría ver 50 publicaciones y textos de gente igual de rápido que 50 publicaciones en Instagram", dice Kapp Singer, de 14 años, en San Francisco.
¿Pero quién quiere ver todas esas imágenes? Compartir demás también puede irritar a los adolescentes. Instagram y otras aplicaciones de fotos son de hecho un antídoto: en lugar de llenar la bandeja de todos, la gente comparte una imagen, mientras que los usuarios eligen a quién seguir. Si alguien está contando demasiado, uno simplemente puede dejar de seguirlo o silenciarlo.

Y no se limite a las fotos. Los coloridos "emoji" están disponibles en los teclados del iPhone y los teléfonos que usan el sistema operativo Android, que muchos los utilizan para subrayar las emociones en sus mensajes. Si les parecen muy pequeños, puede probar los "stickers" tipo caricaturas más grandes que se hallan en Facebook Messenger y otros servicios de mensajería.

Ocúltese a plena luz del día
Los adultos suponen que a los jóvenes no les importa la privacidad. Pero un 58% de los usuarios adolescentes de redes sociales dicen que disfrazan sus mensajes, según Pew, utilizando imágenes inescrutables y chistes crípticos para comunicarse en código.

"Los adolescentes están creciendo en un mundo en el que dan por hecho la vigilancia", dice Danah Boyd, experta en redes sociales.
Natalie Jaffe, una joven de 17 años en Pittsburgh, dice que modifica lo que comparte en base a las personas que podrán verlo. "Simplemente me aseguro de que lo que publico sea adecuado", señala, consciente de que sus 600 seguidores en Instagram incluyen tanto a amigos como a sus padres.

La lección: uno puede estar en "público" sin compartir cosas vergonzosas para la posteridad.

Tire el manual del usuaro
El motivo por el que los adolescentes adoptan las nuevas tecnologías con tanto entusiasmo no es que tengan conocimientos natos sobre ellas, sino que no tienen miedo de probar algo nuevo.

Los adolescentes piensan así: "¿Cómo puedo probar y experimentar y someter esta cosa a mi voluntad, y hacer que haga lo yo quiero?" explica Amanda Lenhart, de Pew, que estudia el uso que la tecnología por los jóvenes.
A veces inventan nuevos usos. En Venmo, una aplicación para intercambiar pequeños montos de dinero, los adolescentes pagan a sus amigos US$1 u otra cantidad simbólica para decir "gracias". Es cómo el botón "Me gusta" pero con un valor monetario.

La lección para los adultos es que experimentar es tan importante como las instrucciones. No se desaliente si no desarrolla una habilidad de manera instantánea. Hable con un adolescente: le sorprenderá lo que puede aprender de ellos.



TEL/La Nación