Tecnología
en Línea. Aunque parezca a simple vista un juguete de metal y plástico, este
novedoso vehículo aéreo, ligero y no tripulado, es empleado desde hace buen
tiempo en la investigación y la ciencia. En los Estados Unidos estos objetos
voladores, conocidos como VANT, fueron empleados por el Ejército en la Segunda
Guerra Mundial para trabajos de espionaje.
Al
terminar la guerra, los drones, lejos de desaparecer, se reinventaron y sirven
ahora para explorar desde el aire lugares de difícil acceso alrededor del
mundo, o para tomas aéreas.
Su
uso se ha diversificado y ahora varios países con graves problemas de inseguridad
–entre ellos México– lo utilizan para combatir la delincuencia. Nuestro país
tampoco es ajeno a su uso.
Al
ver de cerca estos dispositivos, parece un avión de juguete o una una araña
electrónica por sus 4 u 8 soportes que parecen extremidades. Los drones parecen
todo ello con la única diferencia de que son artefactos fabricados con
tecnología de punta. Uno de estos objetos podría costar hasta 75.000 dólares,
aunque también se puede conseguir en mil dólares según su modo de empleo.
Aparte
de llevar una cámara de alta definición, son impermeables y no necesitan
combustible ni una pista de despegue para volar, pues lo hacen gracias a sus
potentes hélices de fibra de carbono y baterías recargables que les permiten un
desplazamiento preciso. Desde hace dos años nuestro país ha importado varios de
estos modelos.
En el sector privado existen unos 10 ejemplares y otro grupo
similar ha sido adquirido por el Estado. Lo emplean en expediciones
arqueológicas, en minería y también para elaborar documentos cartográficos;
incluso son pedidos por surfistas para grabar sus maniobras en el mar. Lo
único que se requiere es un piloto a distancia con mucha pericia.
Alejandro
Mayta, desarrollador de software y CEO de la empresa Xurface, revela que nunca
ha pilotado un avión propiamente dicho, pero cuando toma el mando de los drones
siente volar. "Son únicos y muy prácticos... lo podemos maniobrar en mar y
tierra", afirma.
Dos
ejemplares fueron adquiridos recientemente por Xurface. Se trata del AR Drone
Parrot (pesa un kilogramo) y el drone DJI Phantom 2 Vision, que es controlado
gracias a las gafas con conexión a internet Google Glass.
"Hay
drones que vuelan a 20 metros de altura y son usados en interiores (eventos,
conferencias...), pero también existen los que vuelan a una altitud de 300 o
400 metros".
"El
drone DJI Phantom 2 Vision lo podemos maniobrar a una distancia de 600 metros a
la redonda, incluso por las estrechas calles de Lima", resalta.
Como
una muestra, Mayta se pone en un lugar visible de la avenida Giuseppe
Garibaldi en Jesús María, toma su smartphone y coge un mando para dirigir el
drone, aprieta un botón y la nave despega desde el suelo en línea vertical, y
avanza hasta colocarse frente a él; los curiosos se arremolinan frente a Mayta
y preguntan por el misterioso artefacto. Con apenas un movimiento Mayta hace
que el drone se dirija sobre la vía y tome una foto del tráfico
vial.
Contra
la delincuencia
Sin
embargo, la trascendencia del uso de los drones radica en que ellos podrían ser
instrumento útil para combatir la delincuencia en el país. ¿Cómo? Los drones no
solo pueden transmitir imágenes en directo desde el aire, también pueden
identificar a delincuentes y bandas criminales en tiempo real.
Alejandro
Mayta revela que la prueba piloto en seguridad ciudadana se ha realizado el
pasado 16 de abril en la ciudad de Huancayo. "Usaremos esta tecnología
para captar los rostros de los delincuentes en pleno acto delictivo, también
para monitorear el tránsito y reportar accidentes vehiculares en lugares de
difícil acceso", manifesta.
También
afirma que se usarán en el parque Nacional del Manu, en Amazonas, la próxima
semana. "Realizaremos una exploración de la selva virgen junto a PromPerú.
Y también para reconocer la fauna y flora nativa", precisa Mayta.
El
siguiente paso será Lima.Igor Zlatar, presidente del Gremio TIC de la Cámara de
Comercio de Lima, revela que acudirán al Ministerio del Interior para
informar sobre los usos y beneficios de los drones en la lucha contra el crimen
organizado. "Tenemos conversaciones con municipios limeños para
implementar esta novedosa tecnología en sus jurisdicciones para luchar contra
el crimen", explica.
Alejandro
Mayta agrega que para que este dispositivo opere en nuestra capital urge
construir un centro de monitoreo, que afirma se ubicará en el distrito de La
Molina.
"El
drone se manipula desde un celular smartphone, gracias a la red de Wi Fi que le
permite conectarse a los Google Glass, desde donde se visualiza todo lo que
está tomando", explica. Aunque también –afirma– podrían ser usados en el
valle de los ríos Apurímac y Ene por el Comando Conjunto de las Fuerzas
Armadas.
En
Lima estos aparatos electrónicos han sido usados en Mistura, también para medir
el tránsito vial de la Costa Verde, y últimamente en la demolición del mercado
de abastos de La Parada. Todo indica que habrá drones para rato en la capital.
TEL/La
República