Tecnología
en Línea. La Nasa ya tiene todo preparado para poner a prueba su
platillo volador, un vehículo para aterrizar en Marte cuya forma de disco le ha
valido el curioso apodo.
Está previsto que el aparato, denominado en realidad
desacelerador supersónico de baja densidad (LDSD) surque los cielos esta misma
tarde (la ventana de lanzamiento se abre a las 20.30, hora peninsular española)
sobre un área de misiles de la Marina de Estados Unidos en Kauai, Hawái. La
prueba será retransmitida en directo a través de la web de la agencia espacial.
La agencia espacial planea futuras misiones a Marte (y quizás a otros planetas)
más complejas y ambiciosas, con estancias de larga duración, que involucran el
traslado de seres humanos y cargas pesadas, para lo que hace falta una nave más
grande y pesada.
El objetivo del proyecto LDSD es ver si el vanguardista vehículo de prueba
impulsado por un cohete funciona tal y como se espera. La prueba simulará la entrada,
descenso y aterrizaje de una nave espacial a través de la atmósfera marciana.
"Después
de años de imaginación, ingeniería y trabajo duro, pronto comprobaremos cómo
trabaja nuestro 'keiki' o 'ka honua', nuestro 'chico de la Tierra'", dice
Mark Adler, responsable del proyecto en el Laboratorio de Propulsión a
Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California. "Si nuestro 'platillo
volante' alcanza sus objetivos de velocidad y altitud, será un gran día".
Durante el experimento, un gran disco parecido a un plato que lleva
un desacelerador inflable con forma de tubo y un sistema de paracaídas será
colocado a una altitud de 120.000 pies (37 km) por un globo de helio. Después
de ser liberados del globo, los cohetes elevarán el plato al borde de la
estratosfera, alcanzando velocidades supersónicas (casi 4 veces la del sonido).
Entonces, el desacelerador se inflará, frenando el vehículo, y un paracaídas se
desplegará para depositarlo en la superficie del océano 45 minutos después.
TEL/LaPrensa.com
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